Un castillo, un monasterio, una cueva, una bodega, una casa de pueblo, un molino, un campo, un bosque, una cárcel, un pantano…
Cualquiera de estos sitios y muchos más pueden ser el espacio de la experiencia.
No solamente disfrutarás de una experiencia gastronómica.
El lugar estará cargado de emociones y temática.
Te trasladarás a un universo paralelo por un par de horas y conocerás a personas interesantes.